A la Luz de la Lamparilla (Prosa poética)

Monday, February 26, 2007

LA CREACIÓN



Cuando pienso en tí, sé que no eres criatura de este mundo, que Dios se inspiró en ti para recrear la primavera, en tus pechos, para formar esas mórbidas cordilleras que acarician y embellecen nuestro mundo.
Sólo pudo inspirarse en tus brazos, para crear esos juguetones meandros que se dirigen siempre hacia el volcán que dibuja tu Monte de Venus.
El sol de tus ojos dió cobijo a la burlona luna de tu sonrisa juguetona y linda que pasa por momentos de alegría y tristeza, en fases sentimentales que tanto te embellecen.
Qué otra cosa que el recurdo de las guedejas de tu pelo pudo inspirar en Él los campos de girasoles salpicados de amapolas?
Y tus manos? Ay!, tus manos..., Le sirvieron para moldear, con delicadeza, valles y ríos, en armonía con tus caderas, flores y vientos que movieran tu talle.
Todo estaba hecho a tu imagen y semejanza, pero faltaba algo: el aroma de las flores. Para algo tan importante, sólo se Le ocurrió besar tu rostro. Al instante, surgieron en él tus labios, rojos y carnosos como una rosa temprana.
Tú no eres criatura de este mundo, no, eres el auténtico paradigma de la creación.
Greco

Thursday, February 22, 2007

HIERBECILLA



Qué pino puede haber que no conozca sus aires, que sienta el suave punzar de sus agujas?
Te has convertido en mi piel, pero, por tus poros, no logro respirar. Más extraña cuanto más te miro. Tus ojos solo destilan hiel.
Perdóname unos días en tu vida. Perdóname el haberme atrevido a mirarte. Subes y bajas del altar de mis recelos, pero siempre te quedas en tu hornacina de nácar.
He sembrado tu prado y te oigo crecer, hierbecilla. Me siento cansado de luchar contra la hostilidad de tu amor. Me siento roto despues de luchar contra las aspas de tu molino.
Tengo la suerte de que nunca he llevado armadura y, sí, resisto y seguiré estando ahí.
Puedes estar al aire de tus aires? Puedes estar al pairo de tu amargura? Hasta cuándo? Terminarás tu vida en una cuneta? Es eso lo que quieres?
Cuneta, seguro que hallarás y, quizá, en ella nazca alguna hierbecilla.
No la dejes pisar nunca por la indiferencia.
Greco

Sunday, February 18, 2007

GRACIAS, AMOR



Amor, hoy quiero hacer algo que, apesar del tiempo pasado, nunca hice, darte gracias.
Gracias por aparecer en el momento en el que más te necesitaba.
Por salir de mi nada, no trajiste ni equipaje que pudiera gravar mis viejos recuerdos.
Gracias por haber resucitado, de nuevo, el sueño del amor en corazón dormido por la rutina y la indiferencia.
Gracias por haberme cogido de la mano y haberme hecho andar un camino mil veces olvidado.
Gracias por haber apartado de mi senda, los abrojos que pudieran herir los pocos sentimientos que en mí quedaban.
Nunca, en mil años que viviese, podría devolverte el amor que me has dado y he sentido.
Gracias por haberme arropado con tu cuerpo, en noches lúgubres de amargas pesadillas, en las que hasta la Parca, me acechaba. Por no haberte ído ni aún cuando yo te lo pedía.
Por despertar, cada día, a mi lado, haciéndome ver, en tus ojos, una eterna primavera.
Gracias por existir y por quedar a mi lado.
Greco

Friday, February 16, 2007

SI ALGUNA VEZ


Si alguna vez, te decides a marchar, hazlo en silencio; no me despiertes de un sueño que quisiera fuera eterno.
Si decidieras, en mala hora, prescindir de mis besos, no dudes, sella mis labios con acero incandescente, hasta que pierdan su forma.
Si, en un anochecer, tuviera que ver tu silueta, perdiéndose en el amargo horizonte de tu huída, no mires atrás, si no quieres ver cómo arden mis pupilas que para nada servirán cuando tú desaparezcas.
Cuando, sabiendo de tu ída, vengas a darme un postrer abrazo, no me adviertas de ello, deja que acaricie tus mejillas como la primera vez que apareciste a mi lado, sin saber de esperas.
Cuando, ya lejos, te sientas libre y sola, pon en la balanza de tu vida aquello que has ganado y perdido, en tu reciente caminar a mi lado.
Si alguna vez te decides a marchar, no dejes rastro de tu aroma; hazlo por tu bien, como si nunca me hubieras conocido.
Greco

Friday, February 09, 2007

NUBES DE ALGODÓN



He seguido tu rastro entre miles de estrellas. Veo pasar nubes blancas de algodón, en fondo azul, profundo, moteado por tus ojos que acuden a mi encuentro, que me acogen y miman, que no quieren que marche, que me retienen.
Veo el sol, abriéndose camino, curioso, entre esos algodones que, celosos, me intentan ocultar para evitar mi ída.
Una fuerza sobrehumana tira de mí, me absorbe, abandonándome despues, helado y roto, en un océano de lágrimas convertidas en escarcha.
Las estrellas huyen, quizá sabedoras de que mi destino no es quedar. Conscientes de que, más pronto que tarde, cuando se oculte el sol y esas nubes de algodón lo arropen, habré de marchar.
Entonces, comenzará a caer la nieve sobre tus ojos, pero el fuego que despiden derretirá hasta el últimpo de sus copos y seguirán brillando en ese fondo azul profundo, haciéndoles sombra a las estrellas que, envidiosas, intentarán expulsarme de tu paraíso.
Vano intento que nunca impedirá que yo los bese y deje en ellos los aromas salvajes de mis andares.
Greco

Tuesday, February 06, 2007

GRITAR



Hoy es un día en el que necesito gritar. Necesito abrir todas las ventanas de mi alma para que ese grito llegue hasta tu corazón, allá donde estés, allá donde hayas quedado varada.
He intentado arrojarme a esa mar que te alejó de mí, pero las olas de tu indiferencia siempre me devuelven a la playa, no me dejan seguirte por el camino arduo y triste que has decidido encarar.
Saliste sola, recuerdas? Nunca pudimos imaginar que fuera nuestra última noche de amor, nuestros últimos momentos de dolor, mezclados con el almibar de esos intensos espasmos de placer que nunca olvidaremos.
Pero la triste realidad es que has marchado sin rumbo, dejando al capricho de las corrientes, tu último destino.
Yo lo he intentado, pero no puedo saber si algún día, náufrago de ningún velero, sin velas que hinchar, sin ancla que me fije a ningún puerto, volveremos a encontrarnos. Quizá ni nos reconozcamos, qué pena, verdad?
Si, al menos, fuera nuestro amor quien nos llevara a la deriva, nunca más
estaríamos solos.
Pero, despierta, hombre, que ya no puedes amar!
Por eso, hoy es el día en el que necesito gritar, olvidar el pasado y amar sin esperanza.
Greco

Sunday, February 04, 2007

AIRE


Hola, Aire. Aire porque eres libre. Aire porque sabes acariciar. Aire porque sabes dar la vida y destruir. Aire porque te escapas entre mis dedos cuando más te necesito. Aire porque te respiro. Por todo eso, eres y serás siempre aire, y, como aire que eres, supongo que andarás por la vida sin un momento de reposo. Pero, si alguna vez te encontrases cansado, Aire, si hubieses perdido tu fuerza, no lo dudes, ven a mi puerta que nunca encontrarás cerrada y yo respiraré tu último aroma recogido en tus andares.
Ahora, ya sé, no puede ser. Estás fuerte, eres galerna y yo, iluso, pensé, por un momento, poder poner un cepo al aire. No tengo derecho. Tú has nacido para ser libre, para dar frescor o abrasar las almas.
Lo que sí es seguro es que, por donde pases, siempre dejarás una huella imborrable, Aire. Y, si vuelves a pasar alguna vez por donde yo esté, por favor, pasa despacio y no te lleves las cenizas.
Quédate conmigo, Aire, aunque no te pueda ver ni atrapar, pero, al menos, que te sienta y te respire. Y, si alguna vez se apaga mi rescoldo, entonces sí, por favor,`pasa por mí con fuerza de galerna y llévate mis cenizas, Aire.
Greco

Friday, February 02, 2007

MI FLOR


He pasado al lado de una flor. Ha llamado mi atención, inclinando su delgado tallo a mi paso. No he podido continuar mi camino. He parado mi andar y me he quedado, junto a ella, agachado, en silencio, mirándola embelesado.
He levantado su cabeza, delicadamente, casi con devoción, y he visto en sus ojos una melancolía inmensa que me ha punzado el corazón y me ha dejado sin palabras.
Esbozando una sonrisa, casi humana, me ha pedido un beso. Al contacto con mis labios, he podido sentir cómo sus pétalos temblaban, amorosos, y unas gotas de rocío se desprendían de ellos, a modo de lágrimas amargas.
Apenas ha podido balbucir, entre sollozos, que se siente sola. Que, rodeada de abrojos, apenas puede respirar. Que ninguna mano amiga la cuida. Que su aroma se escapa sin que nadie lo recoja. Que va a morir de amor sin ser correspondida.
No puede ser, mi flor, le dije. Tú no vas a morir, no puedes hacerlo ahora que te he conocido. Te trasplantaré, con mimo, a mi pequeño jardín del que serás la reina. Día y noche, te acariciaré y besaré tus pétalos, regándote con todo el amor que no has tenido.
Ella me ha mirado agradecida y, antes de sumirse en un bello sueño, entre mis manos, solo ha atinado a decirme: llevamé!
Greco